Maneras de trabajar

Recorte de gastos: cómo ahorrar al trabajar en casa

Dado que trabajar desde casa es cada vez más popular –nuestra encuesta más reciente muestra que un 34% de los encuestados trabaja desde casa 5 días por semana y un 50% al menos una vez por semana– los profesionales actuales se esfuerzan por equilibrar su vida laboral y personal. Al eliminar o limitar el viaje a la oficina, los empleados deberían disfrutar de más ingresos disponibles. Pero trabajar en casa también genera sus propios gastos.

El viaje a la oficina es muy corto y no tienes que gastar para llegar. Entonces, ¿por qué trabajar en casa te quema el bolsillo? Evaluamos cuáles son los gastos principales y compilamos algunos de los mejores consejos para que trabajar en casa sea lo más rentable posible. Haz una pausa en el trabajo y tómate unos minutos para leerlos.

Considéralo una distracción sana.

Conoce tus beneficios fiscales

Si trabajas en casa, esto debería ser una tus prioridades más importantes al organizarte. A efectos fiscales, trabajar desde casa puede convertirte en un empresario autónomo. Esto significa que tus facturas, el costo de los equipos de oficina, e incluso el alquiler de tu vivienda pueden descontarse a la hora de pagar impuestos. Consulta las páginas web de los organismos correspondientes para informarte sobre lo que puedes deducir. Asegúrate de descontar solo lo relacionado con el trabajo y no lo personal.

Viaja solo cuando sea necesario

La mitad de los encuestados declaró que los viajes para reunirse con colegas o clientes son uno de los gastos más grandes. Una forma de ahorrar, es planificar estratégicamente más de una reunión por viaje. Por otro lado, apuesta por la tecnología y conéctate remotamente con tus colegas por medio de una sala virtual de videoconferencias, para esas reuniones importantes que no pueden esperar. Al gastar menos en gasolina, billetes de tren o mantenimiento de bicicletas, trabajar en casa permite ahorrar dinero en transporte en general, y que podrás destinar a una buena cámara web.

Controla tus gastos

Más del 70% de los encuestados dijo que las facturas de internet son uno de los gastos más grandes. Si bien la electricidad, el teléfono y los gastos de impresión son caros también, solo fueron nombrados por el 40% de los participantes. Si trabajas para una compañía grande o mediana, es posible que tu empresa colabore con una parte de los gastos de conexión. Actualmente se prefiere trabajar con documentos electrónicos pero si tienes la necesidad de tener tu correspondencia en mano, aprovecha para imprimir cuando estés en la oficina. No te olvides de la reducción de impuestos que puedes declarar por los gastos de internet, electricidad o facturas telefónicas. Si eres la única persona en casa durante el día, también puedes ahorrar gastos usando la calefacción únicamente en la sala donde trabajas.

Ahorra inteligentemente

Si trabajas en una oficina es probable que te tientes a diario con darte el gusto de comprar almuerzos y refrigerios apetecibles, pero caros. Puedes ser más frugal en casa, donde satisfacer tu dosis de cafeína con tu propia cafetera es más económico y también puedes preparar tu almuerzo sin necesidad de salir.

A simple vista, trabajar desde casa debe permitir ahorrar dinero. No obstante, cuando no se controlan, los gastos comienzan a sumarse. Utilizar el tiempo de forma inteligente, conocer tus derechos y adaptar tu estrategia en cuanto al consumo y la correspondencia, pueden ayudarte a reducir los gastos y liberar tiempo y dinero. De esta forma harás un buen trabajo, te alimentarás bien, te ocuparás de las tareas domésticas, harás ejercicio o simplemente disfrutarás de un rato para ti, y todo sin tener que pasarte con los gastos.