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Opiniones

¿Agobiado? Necesita adoptar la salud social.

Estamos hiperconectados, pero aislados al mismo tiempo, y esto puede afectar nuestra productividad, afirma la gurú de las redes Julia Hobsbawm.

 

Vivimos en una época de sobrecarga. Si bien la presión de mantener la competitividad y estar conectados es más grande que nunca, la caída de la productividad global continúa sorprendiendo a los economistas por el índice de velocidad a la que desciende(1).

Pero esto no debería ser una sorpresa. Las investigaciones muestran que la sobrecarga de trabajo disminuye la productividad en lugar de incrementarla(2). Existe una clara correlación entre el lento crecimiento, la productividad y la disposición de los líderes corporativos de considerar el bienestar y otras ‘respuestas’. Los datos sobre el impacto en la productividad como resultado de una fuerza laboral feliz y motivada son contundentes.

La respuesta a la disminución de la productividad es, en mi opinión, que aprovechemos la ‘salud social’; es decir, saber cuándo, con qué y con quién relacionarnos. Mientras un buen estado de salud físico y mental depende de la nutrición, el ejercicio y el sueño; la salud social pone el conocimiento, las redes y el tiempo en el centro de lo que los individuos y las organizaciones necesitan para funcionar correctamente.

Los abejorros son, en muchos sentidos, el ejemplo a seguir para tener una buena salud social. Las abejas se organizan a nivel social e industrial en una de las maneras más eficientes de la tierra. Y logran hacer las cosas. La enseñanza es evidente: si fomenta la salud social, aumentará su productividad.

Entonces, ¿cómo lo podemos lograr?

1. Llevar un registro

No puedo enfatizar lo suficiente el significado de llevar un registro y programa en nuestras vidas personales y profesionales. Si hace algo inmediatamente, haga esto: analice los patrones en su registro, busque el significado que tienen para usted e identifique aquellos patrones que mejor funcionan. Una hora al inicio o al final del día para gestionar su bandeja de entrada, tal vez, o un periodo de dos o incluso tres días solo para pensar (¡sí!), son formas de olvidarse de todos los compromisos que solo provocan que se sienta agobiado, agotado y bloqueado.

2. Desconectarse

Es posible que necesite el equivalente mental a un ayuno; desconectarse en lugar de desgastarse profesionalmente. Las organizaciones que permanecen conectadas, con las luces encendidas, siempre en marcha, como los hospitales y departamentos gubernamentales, con frecuencia son las que enfrentan episodios periódicos de desconexiones catastróficas. Los humanos no son computadoras personales; necesitamos apagarnos con regularidad. Conectar una sexta parte de la semana con nosotros mismos, nuestra familia, nuestra comunidad, sin el apoyo, beneficio o acompañamiento de la tecnología, es esencial para sobrevivir y prosperar.

3. Diversidad de pensamiento

Rodéese de personas que piensen diferente a usted, que sepan cosas diferentes, que tengan edades diferentes o que tengan formaciones diferentes. Esto no significa que deba darle la bienvenida al conflicto en su vida: la discusión y la actitud belicosa pueden llevar a lo contrario del consenso. Pero tenga en cuenta que demasiadas mentes con ideas similares, es lo mismo a demasiado pensamiento colectivo y pensamiento de grupo.

Lea el lenguaje corporal en una sala para detectar si los colegas se resisten a algo o si tienen otras ideas e invítelos a hablar sobre ellas. Lea más ampliamente para que pueda notar las ideas secundarias, así como las principales. Aprenda a pensar de una forma más diversa. Si solo contrata a personas con ciertas cualidades, piénselo dos veces. Cree un conjunto de jazz, no orquestas formales.

Julia Hobsbawm

Julia Hobsbawm es la autora de Fully Connected: Surviving and Thriving in an Age of Overload

 

4. Diseñe su panal

El lugar y la forma en que trabaja podrían no ser aspectos esenciales. Recuerde lo importante que es ser productivo, sentirse indispensable e identificarse con lo que hace. Si trabaja en un lugar que odia, ya sea debido al tipo de trabajo, la ubicación o al trayecto, tenga en cuenta que esto afectará su rendimiento igual que lo haría hacer la dieta equivocada o tener poca motivación para ir al gimnasio.

Analice los patrones, el diseño y el lugar en donde trabaja, así como la forma en que lo hace. Si trabaja en un edificio muy desagradable o el trayecto hacia su trabajo es aterrador, considere la forma en que esto le afecta y diseñe formas para aminorar este sentimiento. La solución podría ser descargar algunos podcasts interesantes para escucharlos o leer La semana laboral de 4 horas de Tim Ferriss, para así asegurarse de trabajar de manera productiva y flexible, para la satisfacción de sus colegas y jefes, en otro lugar.

5. Seis grupos sociales

En el ámbito político, un gabinete es la arquitectura misma de las personas y jugadores que lo rodean, las personas a las que puede llamar para pedir un consejo, amistad crucial, información y tutoría. La académica en redes Zella King llama a esto la ‘sala de juntas personal’. Yo le llamaría a esto tener sus ‘seis grupos sociales’, es decir, seis grupos de personas en torno a los que sabe que gira su vida de alguna manera. Esto incluye amigos, familia, colegas, amigos de trabajo, personas con las que dejó de estar en contacto y personas a las que desea conocer mejor.

Trabaje para establecer, desarrollar y mantener sus seis grupos sociales. Llame a alguien con quien no haya hablado desde hace tiempo. Quédese de ver con esta persona para tomar un café y ponerse al día. Manténgase en movimiento y haga progresar sus relaciones en lugar de dejarlas inertes en manos de una red electrónica, desconectado de la coordinación entre el ojo y la mano humana.

6. Panel de control de conocimiento

Contamos las calorías y monitoreamos nuestras cinco comidas al día de frutas y vegetales, ¿por qué no nos planteamos metas similares para nuestra recepción de conocimiento? Crear un panel de control de conocimiento es la respuesta. En lugar de enfrentarse a todas las noticias que se presentan como una pared que puede estrellarse contra usted en cualquier momento abrumador, divida la información en seis tipos principales que le permitan verificar una propagación más uniforme.

Su panel de control debe incluir elementos de las siguientes áreas: noticias y vistas: tener un conocimiento general de lo que sucede en el mundo; el tema en el que se especializa: una comprensión más detallada de su campo en particular; el espíritu del tiempo: de qué está hablando la gente, en televisión, radio y podcasts, que le permita asimilar la información de una manera diferente; lecturas largas y cortas desde The New Yorker hasta BuzzFeed: diferentes ritmos que ocupan diferentes partes de su mente; y eventos en vivo e información directa: ver algo en vivo y compartirlo.

Al combinar esta información, su panel de control de conocimiento, que pretende al menos organizar lo que el exsecretario de estado de la secretaría de EE. UU. Donald Rumsfeld llamó ‘incógnitas conocidas’, permite que navegar en la era de la sobrecarga sea un poco más manejable. Sentirnos un poco más conectados. E incluso, con un poco de suerte, completamente conectados.


 

Julia Hobsbawm es profesora invitada honoraria de salud social en el lugar de trabajo en Cass Business School, City, Universidad de Londres, y autora del libro Fully Connected: Surviving and Thriving in an Age of Overload, que fue seleccionado previamente por la CMI como el libro de negocios del año. Además, es editora general de Thrive Global, la empresa de comunicación fundada por Arianna Huffington. Visite juliahobsbawm.com

Fuentes:

(1) https://www.economist.com/buttonwoods-notebook/2017/01/11/the-curious-case-of-missing-global-productivity-growth

(2) https://www.mckinsey.com/business-functions/organization/our-insights/recovering-from-information-overload